Es muy probable que cuando iniciaron los preparativos de tu boda hayas pensado en la imagen de entrar el nuevo hogar o a la habitación del hotel con la novia en brazos del esposo. Y puede que no sepas muy bien el porqué, pero esta es una práctica que se utiliza ene todo el mundo, y seguramente quieres saber su origen.
Esta es una tradición que puede tener un motivo de superstición, y se ha generalizado de la misma forma que no dejar ver el vestido de la novia antes de la boda. Si quieres conocer de dónde viene esta tradición y los motivos por los que se sigue practicando, te invitamos a que sigas leyendo y no te vas a arrepentir.
¿De dónde viene la tradición de cargar a la novia?
En muchas culturas del mundo, y en especial en la cultura romana, después del intercambio de alianzas, si la novia sufría un resbalón o caída era un pésimo augurio. Esto traería una muy mala suerte a la nueva pareja, por lo que había que evitar que se enredara con el vestido.
Por este motivo, el novio debía cargarla hasta que se encontrará dentro del lugar donde pasarían la noche. Según otra historia, se dice que el cónyuge que entrara primero al lecho nupcial sería quien dominaría la relación. Por este motivo, quien ingresaba primero y tenía las llaves para ingresar al lecho nupcial era el hombre, y la mujer entraría con el vestido con mangas para demostrar obediencia y sumisión.
Más adelante, para evitar que alguno se adelantar y como símbolo del equilibrio de la relación se optó porque entrarán al mismo tiempo. En este caso, el novio debía cargar a la novia para que juntos cruzarán el umbral de la habitación.
De esta forma, se podría garantizar que tanto el novio como la novia podrían tener deberes y privilegios en su vida juntos.
Una defensa contra los malos espíritus
En la edad media, se creía que los malos espíritus estaban aguardando en las puertas de las casas, esperando la oportunidad para entrar. Además, tanto los espíritus como las personas envidiosas acechaban a la novia, en especial durante el día de su boda para tratar de arruinar su felicidad.
Para combatir a estos malos espíritus, existían dos contras, siendo la primera que la novia luciera un peinado con velo que le cubriera la cara y la protegiera de cualquier hechizo. La otra alternativa, era que el novio la resguardara a la novia, evitando que pisara ese portal. Esto hacía que no cayera presa de los espíritus malignos, por lo que lo mejor esa llevar cargando a la novia.
La leyenda de la novia robada
Existía otra leyenda en los pueblos godos, en los que se tenía la costumbre de elegir a la futura novia entre las más jóvenes de los pueblos vecinos. Como eran tan jóvenes no se les permitía casarse, y es por este motivo que se optaba por robarse a la elegida.
Esto lo hacían en medio de la noche, y se la llevaban cargada para no dejar rastro. De esta forma no podrían seguirlos y podrían casarse sin tener que esperar ningún consentimiento.
¿Por qué en la actualidad sigue siendo una práctica común?
Ninguna de estas es la historia de la actualidad, sin embargo, en la actualidad la tradición de cruzar la puerta en la primera noche como esposos con el novio cargado a la novia sigue vigente. Es importante que ambos lleven puestas sus alianzas de matrimonio, y es una tradición de las más románticas del protocolo nupcial.
Este acto es visto como un acto de entrega, protección y del compromiso que ha adquirido la pareja. Por lo tanto, todas las parejas siguen esta tradición que lleva cientos de años y que tiene significados que pueden ser muy bonitos.
Una boda es una celebración muy especial, y por este motivo, seguir las tradiciones que forman parte de la misma sin duda es una forma bonita de sellar el vínculo. Lo más importante es que desde el momento de la boda se dediquen el uno al otro y que la unión sea una etapa que les permitirá consolidar su amor.
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